Pasión
La chica de fuego que arde en la oscuridad de mis noches enfermas,
que prende las pasiones mas oscuras de mi espiritu,
que busca intalarse en mi regazo para poder besar sus senos,
chica fuego enciende la pasion
dancemos en mis noches enfermas,
espero con ansia tu venida como cometa del cielo.
Historia de muerte
Soy mujer espíritu. Soy Nicte-ha. He venido hoy ante ustedes como es tradicional, y aunque no tenga ya persona que me recuerde, he venido a este Hanal Pixan a relatarles el origen de mi muerte. Mujer trabajadora, veía la recolección y amasamiento de los granos, los trabajos del hogar y la crianza de los hijos, ¡este era nuestro destino! Ya vieja fui atacada en la selva por un enorme Balam (jaguar) cuando me encontraba recolectando las milpas; fui salvada de ser devorada por uno de mis hijos que era un hombre fuerte, un gran Hunahpú (cazador). El Ajquij (sacerdote) me llamaba para no perderme camino a mi hogar mientras era trasladada, delire por unas horas. Allí hable con ellos, con cada uno de los más cercanos de mi hogar. Luego, fallecí. Después de esto fui llevada a una fosa, que con gran ahínco y llanto fue cavada por mis hijos, ahí fui puesta. Hecharon la tierra encima y con algunas piedras construyeron una albarrada, la madera de Komchén sirvió para aplanar la tierra y no fuera exhumada por ningún animal carroñero. Ya luego me encontraba en el lugar de Xibalba, que tenia sus puertas y sus raíces en la Ceiba. Vi unas escaleras inclinadas, baje y baje hasta que llegue a un rió que corría por unos barrancos llamados Un Ziva Cul y Cuzivan (barranco angosto y cuevas subterráneas), luego pase entre jícaras espinosas, llegue frente a un rió de sangre y pase por otro de agua. Allí vi cuatro caminos, uno rojo, otro negro, otro blanco y uno más amarillo la decisión fue cosa del pasado. El camino no terminaba, pero aún espero el momento en que regrese purificada para recompensar el honor que alguna vez mi familia me dio.
Soy mujer noble, soy Nefer, y morí envenenada. Traicionada e insultada por amor fui arrebatada de mi vida. Una mujer de poco corazón de mi familia quería arrebatarme lo que era mío y que ella anhelaba; celosa e impotente me preparo un hermoso banquete, pues darme disculpa ella pretendía por querer mi amor arrebatarme, yo ingenua acepte sus obsequios y accedí al festín. ¡Mujer fatal, e impía!, y sin embargo nunca ocupaste mi lugar. Mi familia me dio siempre los honores que merecía. Las mujeres de mi familia se colocaron barro sobre la cara, anduvieron por la ciudad lamentándose y llorando. También los hombres formaron un grupo y lloraron mi muerte. Al poco tiempo regresaron y llevaron mi cuerpo al embalsamador. Mi cuerpo fue tratado como merecía para la conservación eterna. Introdujeron unos hierros por mi nariz para drenar mi cerebro. Después me abrieron el vientre con una piedra afilada, sacaron las vísceras, excepto el corazón, y me llenaron con mirra y casia. La herida fue suturada, para posteriormente adobar mi cadáver con natrón durante sesenta días. Al final de los cuales los parientes recogieron mi cuerpo. Fui llevada a un sarcófago hermoso, donde fui puesta junto con mis objetos personales más preciados. Me llevaron a la tumba, la posada eterna, muy bien construida y con relieves hermosos. Luego mi espíritu fue conducido por Anubis hacia el lugar del juicio, mi corazón fue pesado contra una pluma en una balanza y fue evaluado con justicia. El resultado fue favorable, sino hubiera sido así, ¡seguro Ammit destruiría mi corazón!; luego fui llevada ante el señor Osiris, y aun espero que él determine mi siguiente encarnación.
Τρίτη 17 Φεβρουαρίου 2009
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