Παρασκευή 28 Αυγούστου 2009

Diario de Diana // Venus y Zaratustra//

19\02\05
Ella siempre escuchaba el discurso que le daba, pocas veces se animaba a comentar algo. Las veces que lo hacia, afirmaba o terminaba de completar la oración del interlocutor.
Realmente no se que pasa por su mente, no se si de verdad sigue el hilo de la conversación o esta
pensando en otras cosas.
Zaratustra la mayoría de las veces la anima a hablar. Cuando habla lo hace con nerviosismo, como si le pellizcaran al comienzo de la lengua y le diera una sensación entre cosquillas y un poco de dolor.
Bueno, no se, así me lo imagino.
Venus es una persona muy buena, sensible, de hecho lo es bastante, pero eso la hace especial.
Tal vez no comente lo que piensa o siente, pero si alguien se siente mal o esta enojado, ella se queda mirando con los ojos bien abiertos y con cara confusa sale a salvar la situación con sus tácticas graciosas y complacientes.

Recuerdo una vez que platicando en casa de una amiga que tenemos en común, esta nos relataba como es que había terminado con su novio.
Penélope lo contaba con lujo de detalle mientras por sus mejillas corrían lágrimas que caían sobre sus brazos y piernas. Yo la alentaba a sentirse mejor, no soy muy buena para reconfortar a las personas.

Venus estaba callada y le acariciaba el cabello, de vez en vez solo maldecía a la ex-pareja. La abraza, pero a mi parecer sentía se abrazaba a si misma, Venus no consolaba, se consolaba a si misma.
Y de un momento a otro de frente mío estaban dos personas sollozando, las abrace y a Venus le decía que no llore, pero no me escuchaba y sin sentido me decía “es que ¿te imaginas?”.
Me parece que Venus se proyecta mucho, como si en cada persona se viera a si misma, tal vez por ello congenie mucho con los demás o sea comprensiva. Es su gran don, así como también es su defecto.
Cuando platico con ella muchas veces siento que solo me sigue la corriente, la noto ausente, pero ella me ha dicho que concuerda mucho con mis ideas.
No se si esto sea cierto o si ella piensa que mis ideas son proyecciones suyas que se externan a través de mi.
Pareceré paranoica, pero es algo que platicaba con Zaratustra antes de su partida y me he quedado pensando.
El me ha dicho que Venus es muy especial, pero que tiene muchos miedos que no la hacen ser ella realmente. Pero ¿quien no tiene miedos?, yo misma lo admito, tengo tantos, miedo a quedarme sola, es tan fea la soledad.
Al platicarle a Venus sobre mi incomoda soledad me dijo que a la soledad la tienen menospreciada, “En la soledad es donde mas puedes compartir, no con los demás, si no a ti misma, Diana no te imaginas lo que puedes estar haciendo mientras te hayas inmersa en ti, tal vez... por ejemplo a mi me pasa que..”. Me sermoneo un buen rato y se que ella al principio cuando Zaratustra se va, sufre al igual que yo, pero solo es momentáneo. En mi caso el momento se me hace eterno.
Hay veces que envidio la manera de vivir de Venus, ahí esta ella sola en la cabaña en medio del bosque, viendo el atardecer, los rayos del sol pasando por entre las ramas, mientras la brisa levanta sus cabellos, envidio su felicidad solitaria.

Y yo aquí, anhelando unas plumas verde azul y su compañía, ahora solo tengo lo que me ha enviado hace unos días y que aun no he abierto.

Fabulas chinas. Eso no es de mi incubencia

Había una vez un practicante que se decía especialista en medicina externa. Un guerrero herido necesitó de sus cuidados. Se trataba de extraer una flecha que se había incrustado en sus carnes.
El cirujano tomó un par de tijeras, cortó la pluma de la flecha a ras de la piel y luego reclamó sus honorarios.
-Aún tengo la punta de la flecha incrustada en mi carne, hay que sacarla -le dijo el guerrero.
-Eso ya es de dominio de la medicina interna-. ¿Cómo podría yo tomar la responsabilidad de ese tratamiento?


Relatos de Su Tao

Gracias por el libro Claudia, ya te lo devolvere ;)

La narrativa, la dialectica hegeliana en la obra abierta

La narrativa como estilo literario, es lenguaje que juega entre una poesía descriptiva y una crónica inexistente. El narrador, sea en primera, segunda o tercera persona trata siempre de que el que este afuera del contexto, el observador o lector se una a un mundo distinto del que normalmente vive. Muchas veces es el lector el que sienta la vida y el movimiento, y hasta porque no, oler los ambientes además de que el mundo que se dibuja y desdibuja en cada página con la guía del escritor. En los libros por ejemplo de Dostoevsky, en el caso particular en su novela, El eterno marido, el lector siempre se encuentra bajo las espaldas de Veltchaninov quien nos va ir guiando bajo las inquietudes y las desgracias que lo lleva una vida llena de apatía, todo es reflejo, todo es consecuencia de las condiciones que el escritor pone para que el lector le de vida y movimiento a la narrativa. De cierta forma el juego lector-escritor es ya inherente desde las primeras páginas, poner las condiciones introductorios de la narrativa una de las partes más importantes. En el caso de Pedro Paramo, desde el inicio de su lectura percibe el calor y la claustrofobia, la claustrofobia de los personajes, ellos vivían aparte en esa dimensión pero era aquí donde se les otorgaba sentido y vida que a lo largo de la novela se percibirá en distintos matices y distintas situaciones. En el caso de Aleph el punto que es todos los puntos donde ninguno es, desde un principio Borges nos sumerge en la angustia del devenir, la muerte es opacada por un cambio de cartel, que ya hace distinto todo, un personaje obsesionado con describir el infinito, una apatía final que salvadora que nos regresa a mirar más hondo nuestras pretensiones. En el caso de Rayuela de Cortázar encontramos más marcado esta interacción entre la vida interna de la novela y movimiento que le da el lector a la obra, la obra del dios escritor adquiere sentido cuando nosotros le damos sentido, aunque el mismo tenga impregnada sus intenciones, pues en esta novela encontramos una interacción del lector, los personajes, las situaciones, y casi por el rabillo de las líneas de los párrafos al escritor. Borges aparece reflejado en sus personajes, Cortázar como demonio juguetón que nos invita a participar, Rulfo asfixiándonos con sus descripciones y sus sórdidos recuerdos. En su ponencia El problema de la obra abierta, Umberto Eco tiene un a intuición similar a esta, cito: “A estas obras (obra abierta), de un modo u otro le exigen al lector reacciones interpretativas muy libres, podríamos añadir otras obras que poseen en sí mismas como una especie de movilidad, una capacidad de replantarse caleidoscópicamente a los ojos del lector como nuevas dotados de perspectivas diferentes…”, continua, “…ciertas obras literarias que, por la complejidad de sus estructuras , por el complejo interrelacionarse de los planos narrativos, valores lingüísticos, relais semánticos, alusiones fonéticas, evocaciones míticas y modelos culturales, tienden, en la intención del autor, a vivir una vida propia, renovando continuamente sus propios significados…”
Como sea la narrativa también es un lenguaje simbólico codificado, es casi como mostrar lo más intimo, como si el escritor quisiera mostrarnos su interior más profundo pero disfrazado en un símbolo codificado, en una apariencia que no se es evidente, sino al contrario, es como un pensamiento complejo jugando con su sentido, su estructura mentales, sus experiencias, y sobre todo jugar con todo anterior pero en el lector. Es más, es un lenguaje que es accesible para todo humano, pues el simbolismo es una actitud humana de representación de su vida interior y exterior, que pretende meter al individuo en el mundo del otro que es siempre el mismo; cito El problema de la obra abierta: “La “sugestión” simbolista trata de favorecer no tanto una recepción de significado concreto cuanto un esquema de significados posibles todos igualmente imprecisos e igualmente validos, según el grado de agudeza, de hipersensibilidad y de disposición sentimental del lector”. Es un lenguaje que juega con nuestras facultades intelectuales, imaginativas, sentimentales que pretende sacarnos de nosotros para llevarnos a otro mundo y luego regresarnos otra vez en una percepción renovada; algo así como la dialéctica hegeliana, o dicho propiamente en términos de narrativa y guiones un inicio, un clímax y un final.
La narrativa no solo se da a niveles de símbolos lingüísticos, sino también en lenguaje visual, como el cine, o lenguaje musical, pero parece que la representación el juego y la combinación de toda la conciencia (me refiero a su estructuras mentales, categorías y las facultades como la imaginación, y los sentimientos) todo y cada uno está diseñada para que a nosotros (tesis, consciencia) salgamos de “nosotros mismos” otro mundo (antítesis, mundo de la novela) y regresarnos con algo de este viaje maravilloso que nosotros como seres humanos creamos, y que nos otorga la facultad maravillosa de la creación y caer en cuenta de nuestra calidad creadores (síntesis, conciencia renovada).
“Hanedel, cuando componía su música, era valiente, innovador, poderoso le impulsaba ese heroísmo del que es capaza un pueblo. Pero cuando trataba de consumar su obra, se sentía cohibido, frío e incluso enfadado consigo mismo; entonces se servía de algunos métodos aceptados en la ejecución, se ponía a escribir, apresuradamente y mucho, y se sentía dichoso de acabar, pero no con esa felicidad de Dios y de otros creadores en el ocaso de su jornada fecunda”. Nietzsche, El caminante y su sombra. Aforismo 150

Πέμπτη 27 Αυγούστου 2009

Alucard.

Se escuchaba a lo lejos la música, era un gran estruendo, ese estridente estruendo que producen las casonas viejas cuando la lluvia y el viento la azotan, crujían puertas y ventanas, pareciera que el cuarto iba a caer. El sol empezaba asomarse a través de las nubes de ese nublado firmamento, y no quería mirar, me daba asco tal espectáculo, me llevaba las manos a al rostro, como si me cubriera de vergüenza y me decía a mi mismo con un evidente dejo de sarcasmo: “¡Alucard!, maravilloso un día más – con un poco más de rabia apagada – ¡un maldito día más! – un poco más calmado quizás - ¡Dios de los cielos porque me azotas con esta vida vacía y sin sentido!, he perdido el sabor a la vida, en verdad me siento muerto en vida, la música de todos los días, sinfonía de una vida sin sentido, la cotidianidad me apresa, como pájaro enjaulado”. Al tiempo de eso escuche el timbre, yo como de costumbre, ignore el llamado, especialmente tan temprano en la mañana – supuse que era temprano. Ignoré e ignore, pero la insistencia era tal, que decidí pararme pero la pesadez de mi cuerpo era tal que juraba estar pegado a la cama, era imposible que me levantara.
Ahora sonaba la puerta y el timbre con tal sincronización, era como una sinfonía estruendosa casi placentera y a la vez molesta, era casi mágico, me perturbaba, me desesperaba, ¡era tremebunda!, me dio un extraño vértigo, quería estallar en gritos y alaridos y más ahora que me invadía aquel recuerdo. Era hermosa esa chica, aquella del bar, cabello castaño oscuro, unos ojos enormes con ese negro brillante, como perlas negras, y ese cuerpo, con esos senos pequeños y firmes y ese culo de ensueño, pero lo que más llamaba mi atención era su cuello, su blanco y sedoso cuello, era una sensación nueva para mí. Hacía tiempo que no estaba con una chica, desde que salí de la universidad supongo, odiaba aquella ciudad, que recuerdos tan asquerosos tengo de esta, aunque había muchas mujeres hermosas.
Me levante, baje las escaleras y me dispuse a la puerta, la abrí, del otro a lado había un mensajero, decía algo de un paquete que enviaban de alguna parte de Europa. Me sorprendí puesto que supiera mi familia tenía centenares de años viviendo aquí en América. Tome el bolígrafo y firme la forma, se despidió con un vulgar - “Buenos días” – que me dieron ganas de ahorcarlo. Me dirigí al sillón más cercano mire el paquete que no tenia nada en especial, color café con algunas cintas del tamaño de una sandia, pesaba como demonios. Me dispuse a buscar el remitente, no lo encontré, me levante y fui a la cocina a buscar un cuchillo, me dispuse abrirla, tenia la mano de un lado y en la otra la punta del cuchillo sumergida en la caja cuando el maullido de un gato me distrajo, y casi hace que me rebane el dedo del susto. Fue una cortada ligera, brotaba mucha sangre, no importaba mucho pues la curiosidad era aun más grande. Abrí la caja, saque un pequeño y pesado cofre, sobresalían unos colmillos en la cerradura, era la boca de una figura de un murciélago, casi humana, demoníaca; entonces quede hipnotizado con los ojos de aquella bestia de bronce hasta que estos empezaron a brillar, me exalte y luego trate de tranquilizarme me dije: “Es solo tu imaginación Alucard no te asustes, no es dormido muy bien estos días”. Con un gran respiro tome valor y abrí el cofre y vi un gran talismán, del tamaño de un puño, pensé que sería bueno venderlo por algo de plata, al fin me hacía mucha falta y no me importaban las reliquias gran cosa, aunque mi casa era un nido de ratas lleno de recovecos. La observe un momento, mi rostro se desfiguraba graciosamente, observe que el talismán estaba algo sucio, la sangre que empezaba a caer de mis manos en su brillante superficie. Me dirigí a la cocina cuando un sonido casi fugaz, un alarido, me hizo voltear hacia el cofre, los ojos del murciélago empezaron a brillar nuevamente, caí en un pánico indescriptible, me respiración era agitada, estaba como roca parado mirándola, mi corazón iba reventar, quise tirar el talismán lejos que también empezaba a brillar al mismo tiempo con una luz intermitente, quemaba, lo sentía adherido a mi mano, gemía de dolor como cuando una de esas tantas perras con las que me acostaba tenía un orgasmo.
No sé en qué momento corrí fuera de mi casa, me encontraba en cuclillas en el patio, me tendí, no podía respirar, todo me daba vueltas esta semi-inconsciente mi visión era turbia, mi boca tenía un sabor raro, como sangre muerta y fresca, pestilente, dolor y sufrimiento sentía en mis entrañas, pero eso no era que me preocupaba, sino el hecho de ver a aquel gato destripado, mis labios mojados y el gran placer que eso me causaba, ¡sentía placer por el dolor!


Dos pastillas para dormir y un vaso de agua es todo lo que dejo el desaparecido Alucard. Todos estamos de acuerdo que era un misterio su fatal muerte. El número cero (extraño número) de la calle once era su hogar, mientras llegaba, las luces de las torretas me asechaban, había niebla y el canto de los buitres se escuchaban al unísono con el sonido de las coladeras, sus garras hacían un ruido infernal, alejaban hasta al más valiente. Indiferente me pare y me baje de mi coche, llegue y la pregunte a la oficial en jefe de la situación, en ese momento me puse a recordar a Alucard. Pálido con esos cabellos rubios como el oro, una tez tostada por el sol, con un presencia que demandaba cierto respeto y ese profundidad de esos ojos azules turquesa, parecía que te miraba con dulzura, pero tenía esa frialdad, como la de un animal asechando a su presa. Hacia un tiempo que había llegado a la ciudad, no era muy grande, y por ende todos se conocían, su inquietante presencia siempre preocupaba a todos. Por petición y convicción propia me acerque a él y entable una pequeña amistad, tomábamos unos tragos en el bar de Raf y platicábamos de música y libros, de nuestros trabajos, trivialidades al fin. “Buen chico” - me decía confundido.
Ahora heme aquí, la escena del crimen era aterradora, “el reino de las huellas” se dispusieron a decirme los forenses. Observe rastros de alguna pelea, huellas de patas como de animales marcadas en la sala con sangre, de garras y manos de personas, era como si un domador de circo hubiera estado entrenando a su mascota y esta se revelara, gran furia.
Era un impecable roba corazones, siempre con estratagemas para conquistar a las chicas; no entendía muy bien su secreto, supongo que era un chico agradable, pero a veces parecía que hipnotizaba a las mujeres y ellas accedían a todos sus caprichos.
Lo más extraño de la escena del crimen era ese talismán rojo, clavado en el corazón del pobre chico, aun no logro comprender que es, para que motivo sirvió y que ritual maldito se llevo acabo para procurar tan sangrienta escena. Su muerte es muy extraña, su cadáver esta bañada de sangre coagulada, su boca llena de sangre, ademas de las mordidas de algún animal, lo rodeaban en todo el cuerpo, es como si lo hubieran hecho explotar. Había algo que no caía en cuenta, y era el orden en que se llevaron acabo los hechos; la lucha se llevo a cabo en la sala (“el reino de las huellas”), pero el cuerpo se encontraba casi al otro lado de la casa en el sótano, el chorro de sangre en medio de la sala delataría que alguien arrastro el cadáver, no había huellas de que alguien lo hubiera arrastrado, todo lo que se había era un camino de gotas y huellas de unos zapatos, parecen del calzado del chico, ¡eso es imposible que alguien se hubiera levantado después de tan sanguinaria masacre, por Dios!. ¡Dios!, estoy exhausto, ese espejo me asusta, me acusa, una gran culpa siento, un miedo aterrador me desbasta cuando miro ese crucifijo donde esta clavado su corazón y en la pared el mensaje: “El plan infernal se ha consumado, el gran maestro a regresado…Drácula”

Τετάρτη 26 Αυγούστου 2009

Ejercicio-ensayo de metafísica imaginaria.



El universo es una espiral, un caos ordenado, una sopa primordial, el hombre como ser creador le da sentido y forma en tres momentos: a través de su ser (parte de la sopa primordial que oscila entre lo dos estados siguientes), de su compleja acción mental (forma o constitución de su cuerpo, configuración y la percepción de la realidad) y de su voluntad (que puede desenvolverse en ámbitos como dominio o poder, como acción materilizadora o objetivizadora, es decir punto de acción de las dos anteriores, es el paso al acto de los dos momentos anteriores, es el “hacer” sobre la realidad), todo esto deviene en un acto creador (creación) tanto del valor, de las imágenes (construcción y estructuración del imaginario individual y colectivo) y las representaciones (signo y símbolo)el proceso de crear es a través de la sopa primordial, es creación divina que podríamos simbolizarla con el cerebro cósmico (el cuanto conjunto de redes interconectadas que están en una constante tormenta electro-química, que producen las vibraciones y matices registradas por la percepción de la realidad).

En el caso de la realidad, esta formada por pensamiento que es representada usando terminología nietzscheana en apolínea-dionisiaca, la dualidad música e imagen (que es vibración en esencia por la comunión entre representación y signo a través de la sopa primordial). Esta dualidad se manifiesta a través del pensamiento que en fondo es ser-esencia, que es energía sutil, es decir es materia espiritualizada o espíritu materializado (es un especia de panteísmo hegeliano pero sin necesidad de reduccionismo extremo).

Por ejemplo, en los estados alterados lamente vuelve a una “inocencia” de percepción, porque rompe con los moldes conceptuales y muestran el contenido vital de las cosas (las significaciones que podrían ser cementerios de estas percepciones como una morgue o una momia) cuerpo y mente se tornan informes, es decir, por lo que diríamos que se vuelve información, pensamiento vivo con consistencia real. De otra manera la mente que esta estructurada de forma “paideticamente” a ciertos contenidos y ciertas significaciones establecidas, reconoce su imaginario y por ende un nuevo material para trabajar y crear (que las dos la conceptualización y la representación son herramientas de acceso y distintos niveles como es el hemisferio racional y el hemisferio imaginativo) que en distintas momentos se interponen y chocan y la división es una división aparente pues las dos chocan en todo momento con la percepción de la realidad en distinto nivel.

“¿Qué sería el mundo sin amor? Una linterna mágica sin luz…” Goethe, en el Wheter

“La magia es la naturaleza del mundo…” Jodorowsky, en Psicomagia

“Lo esencial es la contingencia…No hay ningún ser necesario que pueda explicar la existencia: la contingencia no es una imagen falsa, una apariencia que pueda desvanecerse; es lo absoluto y, por consiguiente, la perfecta gratuidad…Todo es gratuito, este parque, esta ciudad, yo mismo…He aquí la náusea.” Jean-Paul Sartre, La nausea

“El mundo es voluntad, es dominio, es violencia, es ser, es logos, es razón, es, es, es…” Zumbido de una mosca filosófica, recordando pasajes de Shoupenhauer, Nietzsche Jodorowsky, Aristóteles, Heráclito, etc.

El hombre se disfraza, pues nos vestimos es un hecho. Adaptamos la naturaleza nuestros moldes, allí empieza todo, un personaje de la serie norteamericana Six Feet Under, Russell (no el filósofo recalco) dice algo más o menos así: “cuando salimos de la naturaleza y nos dejamos de representar como parte de ella, creamos la naturaleza humana”. Dejamos de representar nos en la naturaleza animal, para representarnos como una afirmación antropomórfica, representar naturalezas divinas (dioses, dios, semidioses, héroes), la punto de negar nuestra animalidad, incluso al hombre (como representación o medida), a dios (ateismo) o le mundo (escepticismo). Nada más cierto. Paradójicamente una mentira. Lo cierto es lo que hemos expresado, manifestado en la realidad, objetivizado en el mundo, por ejemplo las artes, la ciencia hasta mis sandalias, zapatos, mi cama, mi corte, pintura de labios, armas, etc. Ya sea para crear o para destruir, de la llamada naturaleza humana solo tenemos una serie de interpretaciones de nuestros fenómenos (al menos de las que nos percatamos). Entonces su mentira consiste en nuestras interpretaciones, conocimientos, representaciones que se valen de criteriosa priori (ya sea objetivo o subjetivo, racionalismo o empirismo, esencialismo o existencialismo, sus premisas inician con una especulación, una base a la que se le entrega una fe, por ejemplo, “la realidad es lo que percibimos por los sentidos”) para interpretar, conocer y representar el mundo, las naturalezas y nuestras creaciones. La megalomanía del mamífero con inteligencia, o mejor dicho, o mejor dicho con pantalones.

Los lenguajes humanos son engañosos desde que sus usos son convencionalizados, conceptualizados, arbitrarios. Es la tragi-comedia de proporciones épicas porque convertimos el mundo el mundo de fantasías de orden ideal (paz, amor, razón, libertad, etc. superficial) y orden perverso (violencia, angustia, odio, destrucción, etc. sobriamente enfermizas y patológicas).

Sin embargo, todo esto, nuestros lenguajes y representaciones, nuestras mentiras nos acercan a la verdad (Picasso), pues la poesía, por ejemplo nos acerca al lenguaje del ser (Heidegger) nos condena a ser libres (Sartre), ya sea a través de la música como estado puros de las cosas (Shopenhauer) y encuentro con la verdadera naturaleza, convirtiendo al hombre en su propia obra de arte (Nietzsche), porque a través del acto, llamase poético, teatral, onírico, mágico y psicomagico (Jodorowsky) encontraremos que en el hombre hay tanta mierda como oro, basura como tesoros y con una verdadera alquimia de nuestros medios tal vez lleguemos a esa piedra filosofal que nos de la naturaleza autentica.

NOTA: no he sido estricto en ningún sentido, ni en la cuestión gramática, ni en la construcción del texto, si bien fue revisado y será revisada posteriormente. Las citas no son explicitas son las que me llegaron a mi mente, siendo algunas parafraseadas. Esta más decir que la intención no es un estudio formal, sin embargo son pedazos de ensayos unidos al azar; se busca experimentar con una especia de racionalización poética filosofía poética si se me ocurre un nombre las 2:53 am del 26 de agosto del 2009.