El tema de las distancias en el ser humano pueden entenderse desde distintos aspectos, y dos de tales parámetros se comprenden en esencia desde la perspectiva personal y social, es decir, desde lo individual y lo colectivo. Así desde la unidad y la otredad que conforman la esfera de la vida humana, se genera la inevitable dinámica de la comunicación, interacción y expresividad del ser racional y sensible, cargado de capacidad volitiva y de reflexión profunda por naturaleza. El hombre en tanto que es perfectible, va por el camino de la experiencia percibiendo tales distancias y generando desde su psique, configurando su propio sentido de significación y de referencia con respecto a sí mismo y al mundo. De tal modo que una de la formas de expresión humana que navega por el espacio, es el sonido, y en el caso que nos atañe, se entiende tal punto desde la voz, la voz humana, como una manera de emitir un forma expresiva a través de una distancia con respecto al propio cuerpo. La relación entre la voz y la distancia, la proyección misma, crea, pues la nítida o clara forma de interacción entre el pensamiento y la emisión de la voz, la gama de su manifestación. Las maneras de interacción comunicativa se muestran en sendos aspectos como: la forma intima, personal, social y pública.
La cultura tanto material como espiritual, en cuanto a bienes culturales netos genera diversos canales de comunicación creando así otras tantas distancias. Las distancias son pues naturales y contingentes en la vida humana. De esta manera se ve que la mente, ya en el campo de la psicología influye en el uso de la voz al ser emitida ante el oyente. Pues el fenómeno de la voz, es un factor psico-fisiológico-complejo, relacionado con la sensación, el sentimiento y la consciencia. Así, el uso de la voz en el plano artístico, comprende tanto un reconocimiento de lo natural como el estudio de una técnica o método especifico para su desarrollo y mejoramiento. El hombre como ser esencial y corpóreo, se configura con fronteras que empiezan en un sentido de perspectivas; donde acaba la epidermis, es pues cuestión epistemológica, de percepción y naturaleza. De tal modo que el desarrollo de la voz, entonces implica la adquisición de un método, ligado a la educación holística del hombre.
La cultura tanto material como espiritual, en cuanto a bienes culturales netos genera diversos canales de comunicación creando así otras tantas distancias. Las distancias son pues naturales y contingentes en la vida humana. De esta manera se ve que la mente, ya en el campo de la psicología influye en el uso de la voz al ser emitida ante el oyente. Pues el fenómeno de la voz, es un factor psico-fisiológico-complejo, relacionado con la sensación, el sentimiento y la consciencia. Así, el uso de la voz en el plano artístico, comprende tanto un reconocimiento de lo natural como el estudio de una técnica o método especifico para su desarrollo y mejoramiento. El hombre como ser esencial y corpóreo, se configura con fronteras que empiezan en un sentido de perspectivas; donde acaba la epidermis, es pues cuestión epistemológica, de percepción y naturaleza. De tal modo que el desarrollo de la voz, entonces implica la adquisición de un método, ligado a la educación holística del hombre.
Roberto Tarratz